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En días recientes, internautas han posteado fotografías de los conejitos afectados, lo que ha despertado alarma por posible contagio
La enfermedad puede ser grave para los conejos afectados. Los tumores pueden crecer a un nivel que impidan que coman, vean o incluso respiren bien, lo que puede llevarlos a la muerte. AP / ARCHIVO
En los últimos días, un peculiar fenómeno natural ha provocado controversia entre los habitantes estadounidenses, luego de detectarse a ejemplares de conejos silvestres con adherencias extrañas a sus cabezas, parecidas a pequeños tentáculos o cuernos negros. Los primeros avistamientos se dieron en el sureste de Fort Collins, en Colorado, Estados Unidos, causando alerta entre los ciudadanos por la posibilidad de la presencia de una enfermedad peligrosa. La realidad, en este caso, no rebasa al horror, ya que se trata de una infección viral llamada “papiloma de Shope”.
Las fotografías de los conejitos, que se han vuelto virales, inspiraron una serie de apodos pintorescos y cuanto menos, ingratos, incluyendo "conejos Frankenstein", "conejos demonio" y "conejos zombie". Sin embargo, tal aflicción no es nada nueva, ya que el virus ha inspirado folklore antiguo y ha impulsado la investigación científica hace casi 100 años.
El virus del Shope probablemente inspiró la leyenda del Jackalope, que tiene siglos de antigüedad en América del Norte y la cual hablaba de un conejo/liebre con cuernos de ciervo o antílope. Asimismo, tal enfermedad ha contribuido al conocimiento de los científicos sobre la conexión entre los virus y el cáncer; como el virus del papiloma humano que causa el cáncer cervical.
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De acuerdo con The Washington Post, el "virus del papiloma de Shope", también llamado "virus del papiloma del conejo de cola blanca", se transmite a través de picaduras de insectos como pulgas, mosquitos o garrapatas. Puede provocar crecimientos parecidos a las verrugas compuestos de queratina —la misma proteína que forma en cabello y las uñas— en el cuello, hombros, orejas y abdomen.
Kara Van Hoose, portavoz del Departamento de Parques y Vida Silvestre de Colorado, recomendó evitar cualquier interacción con los conejos silvestres afectados, ya que en los conejos domésticos esta enfermedad es más grave y puede causar cáncer. "Como ocurre con cualquier vida silvestre, las mascotas no deben interactuar ni entrar en contacto con los conejos", explicó Van Hoose.
Por otro lado, Susan Mansfield, residente de la ciudad de Fort Collins, comentó a la CNN que hace varios años que un conejo afectado con este virus vive en el parque de su casa. “Tiene la misma mancha negra y tenía mucha curiosidad por saber qué era”, dijo y añadió:
“Pensé que moriría durante el invierno, pero no fue así; volvió al segundo año”.
El virus del papiloma de Shope, nombrado así en honor al doctor Richard E. Shope —un profesor de la Universidad Rockefeller que descubrió la enfermedad en los conejos cola de algodón en la década de 1930—, causa el crecimiento de tumores en los conejos tanto salvajes como domésticos, generalmente en la cabeza. Los brotes de la enfermedad son más comunes durante el verano y el otoño, cuando las poblaciones de portadores de enfermedades son mayores.
Los crecimientos no dañan a los conejos, a menos que crezcan en sus ojos o bocas e interfieran con la alimentación. Los sistemas inmunológicos de los conejos son capaces de combatir el virus y, una vez que lo hacen, los crecimientos desaparecerán.
Pese a que no es una enfermedad contagiosa, las autoridades de vida silvestre recomendaron a los residentes evitar el contacto con conejos afectados y seguir las mismas pautas que se aplican a todos los animales salvajes.
Con información de SUN
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