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Por Karen Anderson
Cambios que no se ven, pero se sienten
Durante esta fase natural, disminuyen los estrógenos, lo que puede causar:
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Sofocos y sudores nocturnos
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Irritabilidad, insomnio y alteraciones del ánimo
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Sequedad vaginal y caída de masa ósea
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Aumento de peso y mayor riesgo cardiovascular y de osteoporosis
¿Cómo sobrellevar esta etapa bien?
Expertos recomiendan un enfoque integral:
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Hábitos saludables: ejercicio (caminar 30–45 min/día), dieta balanceada rica en calcio, vitamina D, pescado y vegetales, evitar café, alcohol y tabaco
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Apoyo emocional: hablar con profesionales, unirse a grupos o terapia ayuda a manejar la ansiedad, la baja autoestima y los cambios emocionales
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Tratamientos médicos:
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Fitoterapia/suplementos: opciones naturales para los sofocos
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Terapia hormonal sustitutiva (THS): efectiva bajo supervisión médica, con cuidado según riesgos y edad
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Cuidado del cuerpo: fortalecer huesos y músculos, cuidar la piel e higiene del suelo pélvico
No es una enfermedad, es transformación
La menopausia no debe verse como un “fallo”, sino como una transición vital. En países como Reino Unido la han considerado una “epidemia silenciosa”, lo que impulsa campañas de visibilización, investigación y cuidado integral .
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